Tras un prometedor primer cuarto, en el que KFC remonta siete puntos del 11– 4, pasamos a un 15 -18, merced al acierto de Álvaro y Alex Doche, para finalizar el cuarto con un 19 – 18, que intranquilizaba al equipo local.
El segundo cuarto no podía empezar mejor con triple de Alex que devolvía la ventaja en el marcador 19 – 21.
Pero a partir de ahí, tres ataques precipitados, respondidos con contraataques mal defendidos; dos de ellos que acaban en triples hacen que, un parcial de 10 – 0 favorable a los de casa, derive en una increíble perdida de concentración y a una relajación defensiva que nos lleva a hacer malos ataques y a que los locales rompan el partido con un parcial de 31 – 14, yéndose a los 18 puntos de ventaja 50 – 32 al final del cuarto.
A la vuelta del descanso, no hubo la esperada remontada esta ocasión, o al menos la lucha necesaria para intentarlo. Eso, unido a un nuevo parcial 8-0 en los primeros cinco minutos en los que no conseguimos anotar, nos lleva a un marcador al final del cuarto de 71 – 44.
En el último, con todo ya decidido para los locales, solo nos quedaba intentar maquillar el resultado, cosa que se consigue ligeramente al ganar el cuarto por 17 – 20.
Pésimo partido de los de Culle, que solo dieron la talla en el primer cuarto.
Toca reflexionar, levantar la cabeza, volver a la senda del trabajo y no dar un balón por perdido independientemente del marcador. Mirar al horizonte, donde se acercan rivales directos en la lucha por la salvación.