Tras un buen comienzo de partido que nos ponía por delante en el marcador con 10 – 5, enseguida encadenan 4 ataques precipitados y fallidos, que aprovecha el estudiantes de Lugo para anotar al contraataque. Se generan dudas, se sigue seleccionando mal, y se deja de cumplir en la faceta defensiva. 12 – 22 para los del Lugo.
En el segundo cuarto se igualan las fuerzas, pero seguimos encadenando fallos defensivos, lo que permite que Estudiantes se encuentre cómodo en la pista y anote con fluidez.
19 – 17 para los de Culleredo en el cuarto, pero en el global clara ventaja para los de Lugo de 8 puntos 31 – 39.
Tras el descanso, una vez refrescado el guión de partido que más nos convenía y con la necesidad de pelear por cada balón como si fuera el último; se recupera rápidamente el mando en el marcador, con un parcial de 17 – 0.
Con un Mario dominador pese a los intentos visitantes, con cambios defensivos y dos tiempos muertos solicitados en este cuarto. Nosotros con una defensa más intensa, habíamos encontrado el ritmo adecuado y la fluidez necesaria en la anotación y dominando el cuarto por 29 – 12. En el global 60 – 51.
En el último cuarto se llega a disfrutar de hasta 14 puntos de diferencia. Pero la falta de concentración defensiva en muchos momentos, hace que los de Estudiantes estén al acecho y reduzcan el marcador final hasta los 10 puntos de diferencia. 84 – 74
Dos caras bien diferenciadas en este partido. Una primera parte para el olvido, sobre todo en el primer cuarto, con fallos en todas las facetas del juego y su consiguiente pérdida de concentración. Y una segunda, especialmente el tercer cuarto, más entonados, más rigurosos tácticamente, más equipo y más parecido a lo que necesitamos si queremos ser competitivos.
A seguir trabajando con el horizonte y la ilusión puestos en Ávila, donde seguro nos espera un duro y difícil partido, en el que tendremos que dar lo mejor de nosotros si queremos tener opciones.
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